Narrativas: Cómo aprendimos a leer y escribir

Resumen

La historicidad de los Métodos de Lectura y Escritura podemos encontrarla en la época de la Colonia, con las primeras cuartillas que llegaron a América en forma de escritos cortos en los cuales se difundía la doctrina cristiana, con ellas se aprendía a leer y posteriormente a escribir, estos procesos no eran simultáneos sino alternos, las primeros métodos eran de deletreo, los cuales consistían en aprender las letras del abecedario y posteriormente se asociaban para formar palabras y más tarde estructuras más complejas, eran métodos sintéticos, partían de unidades o letras sin sentido fonético integrado; luego se evolucionó a los métodos de silabeo los cuales asociaban una consonante con una vocal y al sumar dos o más sílabas daba el resultado de estructuras más complejas, el ejercicio era ya fonético y tenía sentido con las palabras y enunciados más inteligibles. Fue a partir de finales del siglo XIX cuando se pusieron en práctica los métodos modernos para aprender a leer y escribir los cuáles consideraban el fonetismo, la simultaneidad y las marchas analítico-sintéticas; posteriormente a principios del siglo XX se trabajó la lectura con el método Onomatopéyico el cual era fonético, simultáneo y de marcha sintético-analítico. En la segunda mitad del siglo XX a nuestros días arriban las propuestas globalizadoras que recogen lo más novedoso de los métodos anteriores. Considerando las características de los métodos, en este texto se analizan las narrativas para aprender a leer y escribir de personas profesionistas a quienes se les aplicó un cuestionario vía mail.